En el contexto de Bitcoin, se refiere al proceso de asignar versiones específicas a varios elementos del protocolo, para facilitar su seguimiento, gestión y actualización. Las versiones se numeran secuencialmente, lo que permite identificar los cambios realizados, las nuevas características o las correcciones de errores. Por ejemplo, cada bloque de la cadena de bloques contiene un número de versión, que indica las reglas de consenso y las estructuras de datos aplicadas en el momento de su creación. El versionado se encuentra para los tipos de escritura, para las transacciones, para los bloques, para el software Bitcoin Core, para las comunicaciones de red, etc.